domingo

Introducción, Nº 23 TAVIRA

BEATRIZ PÉREZ GONZÁLEZ


LA CONDICIÓN POSMODERNA DE LAS COSAS EDUCATIVAS



Quedaría bien, que me limitase a facilitar la edición de estos textos sin más evitando una introducción, sin embargo, voy a escribir unas líneas aún a riesgo de no hacer buena figura.
Los que aquí participan, han deseado hacerlo y por esta muestra de afecto, simpatía y de cercana solidaridad yo me siento ya agradecida con ellos, pero no solo por eso, sino que también por los maravillosos textos que nos ofrecen, todos sugerentes y reveladores, cada uno en su campo.
A muchos otros autores (presentes en nuestro curso de Sociología), en su condición de sociólogos, de filósofos o de escritores que observaban su tiempo (Lerena, Martín Santos, Ortega, Bordieu, Braudillard, Nietzsche, Bauman… y muchos más), les hubiera gustado sumarse a este voluntarioso número… sin embargo su actual condición no lo permitió. Así que, como esa habría sido su intención, y es el deseo de cualquier sociólogo, de una forma u otra estarán presentes en este volumen.
Tanto autores, como evaluadores de este ejemplar, han trabajado por amistad y sin esperar nada más que lo que siempre han hecho: enseñar lo que conocen y dominan.
Quienes participan en este monográfico, se han cruzado de forma casual en mi propia vida, forman parte ahora de ella, y por ese motivo he podido hacerles la invitación a colaborar en este número para que bajo el lema: “la condición posmoderna de…” para que ofrecieran desde sus propios campos de trabajo, una visión de aspectos que son tratados en la materia de Sociología de la Educación. Algunos de ellos fueron profesores cuando estudiábamos Sociología por los años ochenta … profesores que creyeron que había algo especial en sus alumnos (aunque como buenos docentes nos invitaron a que nosotros mismos lo averiguáramos, y muchos seguimos empeñados en ello); profesores a los que recuerdo con afecto, con los que he mantenido una relación cercana. Nunca he podido liberarme de su condición de “maestros” porque me fascinaron como tal y también hoy lo siguen haciendo. Hay con quien compartí experiencias como colegial y universitaria, que entonces, aún teniendo la misma condición que la mía, llamaron mi atención y que hoy lo siguen haciendo. A otros me unen recuerdos de otras tantas pruebas, la experiencia docente o la pasión por la escritura, cosas que marcan y unen. También participan aquí colegas a los que recuerdo en lugares limítrofes al aula, con quienes el lenguaje o la sociología así como la contingencia del espacio, me ha unido y que fueron aventajados compañeros en tierras europeas.
Como digo, forman parte de mi biografía, han sido aventajados compañeros de viaje y por ese motivo les invito aquí a que me sigan enseñando junto a mis propios alumnos, pues mi lugar (el lugar de todos), nunca tendría que estar muy lejos de las aulas, o al menos de la reflexión crítica de lo social.
La intención era realizar un número monográfico, que revisase la literatura sociológica y aportase nuevas perspectivas de indagación y análisis sobre el estudio de la modernidad y posmodernidad. Los textos deberían estar preparados para que el alumnado de magisterio, a la vez que se introducía en la disciplina sociológica, pudiera entrar en la reflexión y el debate de los campos de trabajo de la interpretación sociológica. ¿Es esta una pretensión muy elevada?
Aproximarse al estudio de los clásicos, en su observación del mundo moderno, de la mano de autores actuales que trabajan en estos campos, autores que ejercen de maestros, me parece el mejor de los caminos posibles.
Metiéndonos ya en el tema que nos ocupa una condición es observable, lo que se deriva de una situación dada, de existencia, y por tanto sometido a variaciones debidas a los cambios, en el espacio-tiempo.
La propia sociología se identifica con el cambio y surge a raíz de unas condiciones especiales de la ciencia, sociales, económicas, filosóficas y políticas de cambio. A los sociólogos, les interesan las crisis, su análisis, cómo se generan y se difuminan, dando lugar a nuevas situaciones estratégicas, en sus diversas versiones, porque ello habla por sí solo de diferentes estructuras y sistemas sociales, políticos, laborales, culturales, económicos, familiares, religiosos, en definitiva de diversos sistemas sociales con diferentes condiciones de existencia.
El análisis de la vida cotidiana, en sus diversas condiciones, de la escuela y los subsistemas adyacentes, que interactúan con este espacio… es para nosotros esencial, y lo sigue siendo desde el momento en que existen variaciones en las situaciones de partida. Es esencial porque deseamos ser maestros, y para ello, debemos acercarnos con ojos reflexivos y críticos a nuestra
sociedad, a todo lo nuevo y repetido que en ella se produce.
A la Sociología le interesa la modificación, superación, empeoramiento…, como decía de las situaciones previas en cualquiera de las posibles versiones en que sea interpretada la condición final. La riqueza de la Sociología, se basa en su enfoque, pero también en las distintas miradas que ofrece. Así, movilidad, estatismo, resistencia, reproducción, clase, rol, institucionalización, paradigma, tipo, racionalidad, o bien funciones manifiestas, latentes, son entre otras conceptualizaciones, empleadas para observar ciertas situaciones, para revisar y construir o modificar teorías o diagnósticos de situación.
Los términos y explicaciones al uso constituyen aproximaciones al objeto de estudio, pero se utilizan muchas más que (aunque no siempre gocen del beneplácito de todos los estudiosos) conforman ya corpus teóricos de interés para la comprensión de los fenómenos sociales. Por ejemplo, si no se comprendiesen también otra suerte de conceptos, como el de seducción o el deseo estaríamos negando parte de nuestra propia condición, ofreciendo solo parte de lo que podríamos analizar. El devenir, no solo está sujeto (ni se puede interpretar lo meramente observable), a la necesidad, sino que también tiene que mirarse desde otra dimensión. Puesto que hablamos de hechos comprobables, y de posibles contingencias, entre ambos, también cabe lo deseable.
Para hablar de la situación posmoderna de una condición, hay que referirse a las funciones, las relaciones entre ellas y los cambios en las funciones.
El análisis de las funciones no siempre ha sido del gusto ni ha estado en la agenda de todos los sociólogos; sin embargo, aquellos que han querido sobrevivir a los tiempos, observando su tiempo (tanto los de un signo como los de otro), han tendido siempre a dar cuenta de las funciones de forma reflexiva, crítica, interpelándose respecto a cada uno de los momentos históricos o bien a lo largo de estos.
¿Y para qué debería el maestro observar así la realidad si no es un investigador? Aunque no lo sea, debe tener el ánimo de un investigador social, el deseo también de observar y analizar lo que cuenta, de lo que es accesorio, lo que abunda y lo que sobra, lo que falta y de cómo trabajar por conseguirlo…
Es más que la necesidad de meditar y mejorar nuestro tiempo en los diferentes contextos observables; se trata de observar y relacionar, preguntándose de una forma crítica respecto a las cuestiones que tratamos.
Los centros donde se ofrece hoy el conocimiento, tienen inevitablemente, una condición posmoderna.
Estamos en otro espacio sideral: la convergencia europea de los estudios, que aporta tentativas e impulsos nuevos, para dar entidad y poner en condiciones de competencia y movilidad nuestros títulos. El espacio europeo de hoy no tiene ya la ambición económica del de ayer, tiene otras ambiciones, que con toda rapidez se deben completar en sus próximas etapas. Pero lo de hoy no es lo último y nos enfrentamos a una convergencia, plagada de divergencias normativas y culturales, que no hallan un punto de encuentro inmediato. Algunas escuelas superiores, se han descolgado ya del cambio hacia la convergencia. Ni los propios mediterráneos somos tan iguales, como la leyenda defiende (en familia, en política, en hábitos, en consumos). Tan solo en cierto grado de desarrollo, en otra suerte de condición social… Es un proceso este (un futuro, al que nos hemos apuntado), lleno de incertidumbres, de pocas certezas, de infidelidades… y por supuesto, esta no es la recta final. Porque la recta final,
solo se escribe en la ficción y yo no la voy a escribir aquí.
Este es un camino con muchos escollos, que deberá culminar en el 2010, fecha que por otro lado tiene muchas celebraciones para los gaditanos. Es un proceso que se ha ido apuntalando desde hace tiempo, pero al que aún le falta más tiempo para la madurez. Las universidades deberán rendir cuentas sobre la efectividad sus resultados y la efectividad de sus títulos. ¿Pero como se mide esa efectividad?
Este número reflexiona sobre cuestiones de interés para la educación desde una perspectiva sociológica. Las aportaciones que vamos a encontrar aquí, son muy diversas.
El artículo “Prevención de la violencia de género y crítica de la razón patriarcal: un reto para la posmodernidad” escrito por la Dra. Ana Isabel Blanco, reflexiona sobre la violencia de género en la sociedad moderna, las contradicciones culturales, los mitos y las realidades en las relaciones desiguales de poder. Este trabajo hace una revisión de las definiciones de violencia de género, contextualizándolo en la sociedad española actual. Es un tema de gran importancia para el estudio de las relaciones de género y educación y de las relaciones de género en las familias.
El Dr. Fernando Gil Villa, en su artículo “la condición posmoderna de la escuela” nos habla de las funciones (latentes y manifiestas) de la escuela, reflexionando sobre el impacto de la evolución cultural y de las modernas tecnologías aplicadas al aula y de las relaciones de poder y resistencia.
Refresca además nuestra memoria, aludiendo a situaciones recientes en España en la relación escuela/ sociedad, reflexionando desde una perspectiva sociológica sobre los cambios.
El artículo del Dr. Roberto Carballo, expone muy pedagógicamente su experiencia de enseñanza- aprendizaje en la universidad de hoy, proponiendo métodos novedosos, en los que él y sus colegas del grupo de Innovación Educativa de la universidad Complutense, han trabajado durante años. Hace sugerencias de interés metodológico sobre las que tanto docentes como dicentes deberíamos reflexionar. Con su lema: “lanzarse a la piscina”, quiere expresar su fe en los grupos y el trabajo práctico en el aula.
El Dr. Eduardo Terrén (Universidad de Salamanca) y la Dra. Sonia Veredas (Universidad Carlos III) reflexionan sobre la importancia de la migración de mujeres en el entorno de los países desarrollados, como un fenómeno no asexuado y reflexionan sobre los efectos de esas migraciones y en especial de la migración femenina extracomunitaria en España. Las familias, las
estrategias y el mercado de trabajo, son las cuestiones tratadas en el artículo.
El Dr. Tomás Calvo (Dtor. del Centro de Estudios sobre Migración y Racismo, Complutense) reflexiona sobre las relaciones valores familia y escuela y las respuestas sociales en un contexto de inmigración en España y dentro de un proceso general de globalización mundial, muy sugerente para los educadores de hoy y las escuelas del mañana, porque habla de la respuesta de
los escolares y de cómo se gestan los procesos de violencia o rechazo en las aulas.
El artículo del Dr. Mario Longo (Università del Salento), reflexiona sobre el concepto de modernidad, la profusión de denominaciones surgidas en el debate académico y lo que supone tanto a nivel teórico como práctico, al relacionarse dichas conceptualizaciones con aspectos claves de la reflexión social. Es el artículo con mayor carga teórica, y por tanto más difícil de leer, para quien se enfrenta por primera vez con temáticas de la posmodernidad, por otro lado básico como herramienta conceptual previa a la reflexión y al análisis de los procesos sociales que se dan hoy día en las sociedades, ya que trata sobre el propio concepto de sociedad. En este sentido, el debate que plantea es similar en cuanto a procedimiento y temáticas de los habitualmente empleados por un reconocido sociólogo de la educación español: me refiero a Carlos Lerena. Bien es verdad, que siendo el autor que lo escribe italiano, es improbable que conozca el trabajo de este autor español.
Todos, son una oportunidad para profundizar más en las temáticas que se estudian en las titulaciones de magisterio, y que
preparan al futuro docente a reflexionar sobre las diferentes condiciones de la sociedad española y de la sociedad
posmoderna; temas protagonistas también de los cursos de Sociología y de Sociología de la Familia que abrirán nuevos
campos de estudio e interpretación de lo social, tanto para docentes como para educadores.

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